La arquitectura de Nicaragua refleja las complejas relaciones de su realidad histórica, con toda la herencia multicultural del pasado y la riqueza de su entorno natural presente.
La riqueza natural de Guacalito de la Isla es la base de la propuesta, la cual debe contemplar el mayor aprovechamiento de las vistas, vegetación nativa y recursos del emplazamiento, integrándose sutilmente al contexto. La propuesta arquitectónica busca expandir esta relación al propio modo de vivir los espacios. El volumen se adapta al entorno natural a partir de los materiales, que aportan ligereza y frescura, haciendo que la luz y el aire sean los protagonistas de los espacios.
El terreno tiene una topografía particular, donde la parte media del terreno tiene la mayor elevación. Entre la zona alta del terreno y el nivel medio de la vialidad hay una diferencia de aproximadamente 7 m, por ello por medio de taludes y diseño de paisaje se buscará matizar esta diferencia de niveles.
La planta baja se desplanta en el nivel 116.50, uno de los punto más elevando del terreno, con el fin de aprovechar por completo las vistas hacia el mar y el entorno circundante. Con este desplante elevado, el basamento de la casa sirve al mismo tiempo de estructura portante y sótano con programa. En este nivel se ubican las áreas de servicio como bodegas, cuartos de servicio, área de lavado, cuarto de máquinas y el garage cerrado.
La conexión de esta zona con el nivel de planta baja se logra por medio de una gran escalinata, un montacargas y una escalera en el área de servicios.
Retomando los esquemas tradicionales de las casas coloniales de Nicaragua, la casa se articula en torno a un gran patio central que integra el programa de necesidades de los usuarios y lo divide en módulos semi-independientes que se unen por medio de dos grandes andadores perimetrales hacia el exterior y el centro de la casa. Los espacios se van acomodando según la vocación más pública o privada del programa, generando entre ellos diferentes áreas exteriores cubiertas que provocan la vivencia de la casa siempre hacia el la naturaleza del entorno. En la zona sur poniente se encuentran los espacios más públicos de la casa: En el acceso un área de guardado con un medio baño y el montacargas, family room, cocina con alacena, desde la cual hay conexión con un área de asador-desayunador exterior, escalera de servicio a sótano o cubierta, comedor, sala de estar, terraza cubierta con comedor, sala y zona de hamacas, la cual se conecta con la gran terraza exterior y la alberca, y une también el patio interior con el exterior.
El programa más privado contempla las habitaciones, las cuales tienen 3 tipologías: 3 recámaras ubicadas hacia el norte con baño completo, 1 suite con vestidor, baño y jardín interior, así como una terraza orientada hacia el sur-oriente y la suite principal, con vestidor baño y jardín interior. En este nivel también se ubica un estudio de música, el cual tiene un desnivel de 1.30 m hacia el jardín exterior con el objetivo de lograr privacidad y un ambiente diferenciado del resto de la casa.
En el segundo nivel se ubica una segunda suite principal con la misma distribución que la suite inferior y con grandes vistas hacia el entorno.
Todos los espacios contemplan el uso de cancelerías diseñadas con maderas de la región y buscando el refugio y confort necesarios además de la versatilidad de cerrar y abrir los espacios en su totalidad hacia el exterior y hacia el patio central.
Por medio de materiales naturales, se buscan ambientes neutros, sutiles y elegantes, donde el protagonista sea la vegetación existente y la riqueza natural del entorno.
Se trata de un volumen elemental de 7 x 31 metros intervenido, a través de diferentes movimientos volumétricos, hasta llegar a su configuración definitiva. La percepción exterior como caja regular contrasta con el interior, resultado de diferentes ejercicios de sustracción que han ido dando forma tanto a la planta como a la sección.
La regularidad que aporta al conjunto la modulación de la estructura se distingue de los espacios orgánicos generados en el interior. Así, entre las salas interiores y el perímetro nace una serie de espacios intermedios con diferentes grados de apertura, patios, áreas porticadas, terrazas o espacios interiores de doble altura que dotan de gran riqueza la experiencia del habitar.
Todo el perímetro se resuelve con vidrio, de forma que la sensación de amplitud se ve multiplicada, reforzando la conexión con el exterior de una forma directa. La rigidez del módulo determinado por la partición del vidrio y el ritmo de la estructura no impiden el logro de generar espacios de tan distinta morfología y maneras de relacionarse con el exterior. De esta forma, la sorpresa se convierte en un elemento clave a la hora de recorrer los espacios y descubrir las variadas cualidades de las salas en ese dentro-fuera tan sugerente.
Colonia Lomas de Chapultepec, Ciudad de México, 2016
696 m2
En 2014 fuimos invitados por el Infonavit para participar en el programa «Vivienda Unifamiliar Regional». En esta convocatoria participaron 32 oficinas de arquitectura, cada una de ellas con el encargo de desarrollar una estrategia de vivienda social, congruente con las características locales de cada estado, asignando a cada oficina una ciudad en particular. Para la ciudad de Puebla se realizó un estudio urbano e interdisciplinario para determinar un modelo de vivienda congruente.
La idea central de la propuesta se centra en una estrategia para aumentar la densidad de vivienda social en un radio determinado de la ciudad. Encontramos una variedad de sitios libres y susceptibles a la construcción de vivienda; sin embargo, muchos de estos terrenos son de formas irregulares y angostas, de manera que no son adecuados para la creación de vivienda social tradicional.
Propusimos entonces un esquema de vivienda individual de alta densidad, utilizando desplantes muy pequeños y resolviendo el programa en tres o cuatro niveles con una familia de prototipos modulares que pudieran ocupar estos espacios en una densidad de hasta 100 unidades por hectárea.
Para el diseño de los cinco prototipos, partimos de un módulo inicial de 4.5 x 3 metros de desplante. En este módulo se destinan 4.5 m2 para un núcleo de servicios y 9 m2 para el área «servida». Este es el módulo mínimo que define los prototipos A y A’. Añadiendo medio módulo más, se desarrolla la tipología del prototipo B, y la unión de dos módulos conforman los prototipos C y C’. De esta manera, se plantea un conjunto de tres tipologías verticales y tres variaciones del mismo.
Puebla, Puebla, 2014
10,000 m2